HIMNO NACIONAL

HIMNO NACIONAL

BREVE APROXIMACIÓN A LA HISTORIA DEL HIMNO NACIONAL

Lic. Luis Antonio Rodríguez Torselli

Nueva Guatemala de la Asunción, septiembre de 2008

 

INTRODUCCION

El Himno Nacional tiene una historia muy especial que hasta nuestra época es poco conocida, y que considero menester estar al corriente.

Así como tiene historia – Historia – hay también otras que podríamos considerar leyendas.

Por eso hago una breve semblanza de algunos acontecimientos que han pasado desapercibidos y en este breve acercamiento los presentaré en una forma los más amena posible.

Desde el momento que el Reino de Guatemala (lo que actualmente se conoce como Centro América) se declaró independiente de España el 15 de Septiembre de 1821 y posteriormente se declarara la independencia absoluta de España, México y cualquiera otra potencia el 1 de julio de 1823, hasta el año de 1886, no se conoce que haya existido un canto patrio que identificara, ya en este caso a Guatemala[1], entre las diversas naciones del mundo.

LA PRIMERA LETRA

No fue sino hasta el año de 1887 que Don Ramón P. Molina[2] Secretario del Jefe Político Don Manuel Aguilar escribió un poema patriótico que intituló “Himno Popular” y que empezaba así:

Guatemala en tu limpia bandera,

libertad te formó un arrebol,

libertad es tu gloria hechicera

y de América libre es el Sol.       

Tanto le agradó al Jefe Político, que convocó a un concurso para dotar de música a ese poema en el que participaron composiciones que fueron calificadas por un jurado idóneo –grandes músicos de aquella época – Leopoldo Cantilena, Axel Holmes y Lorenzo Morales.

La partitura ganadora por unanimidad fue la que presentó el compositor comalapense Rafael Álvarez Ovalle y ese Himno Popular, fue estrenado el 15 de septiembre de 1887 aunque sin la sanción del ejecutivo, en cuya presidencia se encontraba don Manuel Lisandro Barillas.[3] Ese canto fue el que se entonó durante algunos años como Himno a la patria.

LA LETRA SIGUIENTE

Por conducto del acuerdo gubernativo de fecha 24 de junio de 1896, el Presidente José María Reina Barrios dispuso convocar a un concurso para dotar de un Himno que tendría la sanción del Ejecutivo (letra y música), ya que la canción patria que se entonaba no tenía sanción del ejecutivo,

El Jurado formado por los poetas y literatos Francisco Castañeda, José Joaquín Palma y José Leonardo, calificaron los poemas presentados y resultó ganador el que empezaba con las palabras ¡Guatemala gentil! Y que llevaba al calce, la de anónimo. Esa letra fue adoptada como Himno Nacional. [4]

Primera página del Original del Himno Nacional
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Primera página del Original del Himno Nacional

Nótese el sello que dice propiedad de la Biblioteca Nacional de Guatemala[5]

Siguientes páginas del Himno Nacional
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Siguientes páginas del original del Himno Nacional en similar situación que la anterior[6]

Claramente puede verse la firma “anónimo”
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Claramente puede verse la firma: “anónimo”

El secreto de la autoría de la letra del Himno era conocido por el Secretario de Estado Manuel Cabral quien juró guardarlo.

El por qué de no poner su nombre el autor fue debido a que como José Joaquín Palma era parte del Jurado calificador y además era cubano de nacimiento. Años después, ya enfermo y sintiendo cercano su fin, reveló a sus hijos y a otros amigos que él era el autor del poema del Himno Nacional.   Fue hasta en esa oportunidad que el gobierno presidido por Manuel Estrada Cabrera le rindiera un homenaje (situación que mencionaremos más adelante).

Como había que dotar de música a los versos adoptados oficialmente, el concurso continuó abierto hasta el 1 de febrero de 1897.

El Maestro Rafael Álvarez participó por invitación expresa que se le hizo y presentó la misma música que compuso diez años antes para el Himno Popular ya que esta se adaptó perfectamente al nuevo poema sancionado como Himno. El Jurado calificador conformado por los maestros Angelo Disconzi, Manuel Soriano, y Luis Felipe Arias, de los doce trabajos presentados, eligió el del maestro Álvarez, con lo cual ganó por segunda vez el derecho a ser reconocido nuevamente como el compositor de la música del Himno Nacional.

Por protestas de algunos participantes, el pianista Reynaldo Brugnoli tuvo que interpretar delante del Presidente José María Reina Barrios y su Gabinete, las doce composiciones y así se confirmó lo fallado por el jurado calificador ya mencionado. Desde esa oportunidad el maestro Álvarez fue reconocido como compositor de la música del Himno Nacional, que fue sancionada por conducto del acuerdo gubernativo de fecha 19 de febrero de 1897.

Hemos de hacer notar que la música del Himno Nacional fue compuesta por el Maestro Álvarez con una Guitarra Española, pues era el instrumento completo que él dominaba.

Copia fiel de esa partitura se encuentra en nuestra biblioteca particular puesto que el compositor se la obsequió a mi abuelo, Felipe L. Rodríguez Padilla que además de ser su amigo, también era guitarrista clásico.

Parte de la partitura para guitarra
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Parte de la partitura para guitarra.

El Himno Nacional se estrenó la noche del domingo 14 de marzo de 1897, como parte de las celebraciones de la Exposición Centroamericana y fue entonado por alumnos del Conservatorio Nacional de Música y dirigido por el Maestro Álvarez.

HOMENAJES AL AUTOR Y COMPOSITOR DEL HIMNO NACIONAL DE GUATEMALA

Como indicamos anteriormente, cuando se conoció quién era el autor del poema del Himno Nacional, el presidente de la República emitió un decreto por medio del cual se le rendía reconocimiento a José Joaquín Palma y le otorgó una medalla de oro que le fue entregada en su lecho de enfermo.

Los intelectuales guatemaltecos ciñeron al autor el 25 de julio de 1911 con una corona de laurel y olivo, hecha de plata.   Ocho días después el poeta falleció.

El gremio de filarmónicos coronó de esa misma forma al compositor, el 15 de septiembre de ese mismo año. Las coronas son iguales y en cada hoja está grabada una estrofa del Himno. En la actualidad se pueden apreciar en el Museo Nacional de Historia.

Corona con las que se condecoraron al autor y al compositor del Himno Nacional
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Corona con las que se condecoraron al autor y al compositor del Himno Nacional

Los sentimientos que se expresaban en el poema original del Himno fueron modificados por el gramático José María Bonilla Ruano pues aducía que no estaba de acuerdo con “los sentimientos de cordial amistad que unen a Guatemala y España”[7]

Esa letra modificada es la que actualmente se entona. La única estrofa que no sufrió modificaciones fue la última y es allí en donde brota el patriotismo cubano del autor pues señala que el quetzal vuele más alto que el cóndor (argentino) y el águila real (americana) pues cuando Cuba peleó por su independencia esas potencias americanas, en ese momento, le negaron el apoyo a los cubanos para poder realizarla.

PARTICULARIDADES DE NUESTRO HIMNO NACIONAL

Es usual que cuando se le pone música a un poema, primero se conoce este y luego se adecúa la música. En el caso del nuestro Himno, la música se hizo diez años antes y la letra posteriormente y casualmente coincidió perfectamente la una con la otra.

El poeta Luis Alfredo Arango en su obra Acercamiento a la letra del Himno Nacional de Guatemala señala que los versos del poema del Himno, aparte de ser decasílabos, se les denomina también dactílicos o heroicos y es porque los acentos prosódicos los lleva en las sílabas tercera, sexta y novena, además de ser muy solemne y marcial.

Hay que tener en cuenta que en los versos, las sílabas gramaticales no siempre coinciden con las sílabas métricas ya que estas últimas se miden por unidades de intensidad sonora al oído.

Palma utilizó todas las licencias poéticas acostumbradas: lenguaje figurativo,[8] tropos, [9] sinécdoque,[10]metonimia,[11]y el hipérbaton.[12]

ALGUNAS INEXACTITUDES SOBRE EL HIMNO NACIONAL

En cuanto a la música del Himno Nacional, muchos han cuestionado que el compositor fuera el Maestro Álvarez Ovalle pues por ser una persona de origen rural, dudaban de su capacidad como músico teórico o académico y llegaron al extremo de decir que Álvarez era el conserje del Conservatorio y que la pieza que actualmente es nuestro Himno, se la había robado.   Algunos músicos quisieron atribuir al maestro Emilio Dressner la autoría de esa pieza, lo cual es totalmente falso puesto que conocemos personas (entre ellos mi padre Francisco Rodriguez Rouanet) que tuvieron como catedrático de solfeo , teoría y dictado al Maestro Álvarez, lo que demuestra su trayectoria como docente de música; por aparte hemos recopilado manuscritos de piezas originales de Don Rafael , así como transcripciones para la guitarra de valses escritos para piano, lo que afirma aún más que el compositor tenía los suficientes conocimientos de armonía y facilidad de melodía.

Posiblemente la duda presentada es que Álvarez y otros compositores como Germán Alcántara, fueron alumnos de Dressdner y que este como docente le revisara la armonía, lo que equivaldría en la actualidad a una revisión de estilo de una pieza literaria, lo cual no es razón para ofender a una persona y tratarla de ladrón o usurpador de una obra musical o una pieza literaria.

Otro aspecto a considerar es que en un exceso de patriotismo siempre se ha dicho que en un concurso de Himnos que se celebró en Milán, Italia, se le otorgó al de Guatemala el segundo puesto entre los himnos del mundo, superándole en belleza únicamente “la Marsellesa”, Himno Nacional Francés. Esta apreciación es solamente una suposición puesto que en las investigaciones realizadas, no se pudo comprobar que se hubiera celebrado tal concurso; además, que en una competición de tal magnitud, se pondrían en juego los valores patrióticos de diferentes países, lo cual se convertiría en una burla y sobre todo en una falta de respeto para todos ellos.

Por esas razones, es que no debemos temerle a la Historia , pues como dice Santayana, “el que no conoce su pasado está condenado a repetirlo” y hay otra sentencia anónima que se aplica muy bien a nuestro pasado: “ es interesante para un pueblo conocer su Historia, mas aún, cuando está, está edificada de acciones que no son muy edificantes”

SOBRE LA FORMA DE ENTONAR NUESTRO CANTO PATRIO

El Maestro Álvarez indica en sus anotaciones de Tempo que la velocidad a que debe interpretarse el Himno es Maestoso, es decir a un tiempo lento, majestuoso, y además coloca varios rallentandi y crescendi que en un momento determinado podría hacer un poco tediosa su interpretación. Si el Himno se ejecuta en un acto protocolario, en el cual no se canta sino únicamente se ejecuta, puede tocarse a un ritmo más rápido. Por el contrario, si se canta, puede hacerse en una forma un poco más lenta, no tanto como indica el compositor, puesto que podría llevar a perder la concentración y la atención.

CONCLUSIONES

Debemos tener conciencia que nuestro Himno es el único canto patriótico por lo que es necesario que lo respetemos y si no podemos cantarlo, lo escuchemos con atención, situación que en la práctica no se da puesto que en cualquier concentración, incluso en las “bochincheras”, lo primero que se les ocurre es cantarlo, por lo que la conciencia colectiva debe llevarnos a reflexionar sobre este punto pues como símbolo patrio, debemos respetarlo y no “sobarlo” como trapo sucio.

Ante todo, lo importante de la interpretación es la intención, compresión y amor a este símbolo patrio, no sólo para los que hemos nacido en ella sino para todos aquellos que ella les ha acogido en su seno como una segunda patria, tomando como ejemplo al autor del Himno, que era cubano de nacimiento, pero guatemalteco de corazón.[13]

Nueva Guatemala de la Asunción, 9 de octubre de 2008

BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA

Alvarado Manuel. Análisis del Himno Nacional de Guatemala. Editorial José de Pineda Ibarra, Guatemala 1980.

Arango, Luis Alfredo. Acercamiento a la letra del Himno Na­cional de Guatemala. Tipografía Nacional, 1983.

Bonilla Ruano José María. Anotaciones critico-didácticas sobre el Poema del Himno Nacional de Guatemala. Unión Tipográfica. Guatemala, 1935.

Díaz, Víctor Manuel. Vida Artística de Guatemala. Apuntes para la historia de la música. Segundo Opúsculo. Guatemala. 1928.

Gálvez U., María Albertina. Emblemas nacionales. Homenaje al maestro Rafael Alvarez, autor de la música de nuestro Himno Nacional en el Centenario de su nacimiento. Editorial del Ministerio de Educación Pública. Guate­mala, 1958.

Goicolea, Alcira. “El Himno Nacional” (Conferencia dictada el 15 de setiembre de 1989), en Anales de la Sociedad de Geografía e Historia de Guatemala, Tomo LXIII. Enero-diciembre 1989. Guatemala.

———Conferencia sobre el Himno Nacional de Guatemala en conmemoración del Centenario de su aprobación. Aca­demia de Geografía e Historia de Guatemala. 1997.

Polonsky Celcer, Enrique. Estructura y Significado del Himno Nacional de Guatemala. Editorial “José de Pineda Ibarra”, Guatemala 1982.

Rodriguez Torselli, Luis Antonio. Aproximación al estudio del Himno Nacional de Guatemala. Editorial Cultura. Guatemala, 1999.

Sáenz Poggio, José. “Historia de la música guatemalteca desde la monarquía española hasta fines del año de 1877”, en Anales de la Sociedad de Geografía e Historia. Tomo XXII Nos. 1 y 2. Guatemala, 1947.

DOCUMENTOS:

Anónimo. Himno, (letra original de J. Joaquín Palma), en poder del Museo Nacional de Historia.

Álvarez Ovalle, Rafael. Partitura para orquesta del Himno Na­cional. 1917. En poder del Museo Nacional de HIstoria

a)  Partitura para Guitarra del Himno Nacional.

b)Partitura para piano del Himno Nacional, edición de 1898.

c)  Partitura para piano del Himno Nacional, edición de 1934.

d)Partitura para piano del Himno Popular Guatemalteco, edición de 1887.

Los documentos señalados con a), b), c) y d) están en biblioteca particular.

Comunicación Verbal: Francisco Rodriguez Rouanet.

 

[1] La República de Guatemala fue fundada por Rafael Carrera (José Rafael Carrera Turcios) que fue nombrado Presidente vitalicio de la República de Guatemala, el 21 de marzo de 1847, al separarse definitivamente de la Federación de las Repúblicas Unidas del Centro de América.

[2]Su nombre completo era Ramón Pereira Molina pero el solamente lo utilizaba como lo indicamos anteriormente.

[3]Sucesor de Justo Rufino Barrios

[4]No sabemos en qué momento se cambio de Guatemala Gentil por Guatemala Feliz.

[5]Nuestras autoridades son las primeras en mancillar nuestros documentos históricos

[6]Los originales e encuentran ahora en el Museo Nacional de Historia

[7]Modificaciones sancionadas legalmente por el presidente Jorge Ubico Castañeda por conducto del acuerdo gubernativo del 26 de julio de 1934

[8]“tus aras no ensangrienta feroz el verdugo” refiriéndose a los españoles

[9]Empleo de palabras en sentido distinto al que propiamente le corresponde que tiene con esta relación como metáforas: “duras cadenas” por coloniaje!”

[10]Tropo que consiste en extender, restringir o alterar la significación de las palabras para designar el todo por las partes o viceversas como cuando anota acero por espada

[11]Para ampliar el significado de las palabras

[12]Invertir el orden en el discurso deben tener las palabras con arreglo a las leyes de la sintaxis llamada regular

[13]Agradecimiento necesario, al Lic. Erick Juárez quien hizo la corrección de estilo de esta pequeña publicación.

 

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